En la impresión de carteles, rompamos las formas

El ojo humano, o por mejor decir, el cerebro humano percibe más fácilmente lo que está fuera de lugar, lo que se sale de sus esquemas. Parece una afirmación mil veces comprobada, aun sin pretenderlo. Dicho de otra forma, ¿dónde encontraremos más fácilmente un árbol concreto, en un bosque de una hectárea o en un desierto de la misma medida?

Pues la idea es la misma: nuestros diseños, nuestros anuncios han de ser “árboles en el desierto”, una porción de rojo en el gris, o de gris en el rojo. Se trata de ir contra la tendencia para, sin ofender, transgredir y llamar la atención.

Antes de romper, sepamos cómo se construye

Pero, para transgredir hay que conocer bien la norma e incluso saber aplicarla: Picasso, por ejemplo, era capaz de elaborar figuras bajo los más clásicos cánones. Sí, el mismo Pablo Picasso del que muchos han dicho “eso lo hace hasta un niño de cuatro años”. Del mismo modo, antes de destruir, sepamos qué estamos destruyendo.

Es más: ni siquiera es preciso quela destrucción sea masiva ni evidente: basta con ir contracorriente en algo sencillo. Un ejemplo pueden suponerlo muy bien el diseño e impresión de carteles: diseñemos –o encarguemos a un diseñador que lo haga por nosotros— un cartel clásico.

Cualquier ruptura con lo clásico llama la atención

impresion de carteles

impresion de carteles

Tan clásico que su composición sea en cruz, estática; sus colores tan reales como puedan ser los de una imagen átona, de esas que comunica lo justo. El texto… anodino. Es más: el formato del papel, un discreto A3, para que no se saga en nada de lo que es habitual en este tipo de impresiones de carteles. ¿Puede ser más discreto? Sí: sin brillo y en un papel estándar para estos casos: cien gramos, por ejemplo.

¿Llamaría la atención este cartel? ¿No? ¿Qué se apuesta a que sí?

Ha perdido. Bueno, en realidad lo ha hecho porque le hemos escatimado información: hemos elaborado este poster de modo que haya que pegarlo inclinado en ángulo de 45 grados.

¿Cómo dice que piensa pagar la apuesta?